Hoy día podemos apreciar en la gran pantalla verdaderas obras de arte con respecto a lo que es la ciencia ficción, aunque ésta misma no se reduce nada más en la gran pantalla, sino que también libros, novelas, novelas gráficas e historia de ciencia ficción muy buenos. Hoy hablaremos un poco sobre la Historia de la ciencia ficción. (ver también: Historia del manga)
Breve historia de la Ciencia Ficción
Muchas obras literarias se han llevado a la gran pantalla y con la tecnología con la que contamos actualmente, dichas obras literarias se han convertido en grandes iconos en nuestros tiempos. Aunque, como ya hemos mencionado anteriormente, no se reduce nada más a la gran pantalla del cine.
Un ejemplo bastan claro de lo que sería una novela o historia de ciencia ficción, es la del Rey Arturo, sí, esa con la que crecimos cuando éramos niños. Basándose en esa historia, se sacaron una gran cantidad de escritos, novelas, animaciones y películas.
La historia del Rey Arturo es algo mística ¿por qué? porque hasta ahora no se ha logrado determinar la existencia verdadera sobre dicho personaje literario, aunque se han encontrado resto de lo que parece ser la tumbar Arturo, no se sabe a ciencia cierta si se trata del mismo Rey Arturo de las leyendas.
¿Qué hace del Rey Arturo una historia de ciencia ficción? precisamente que es improbable que haya existido, además de que, en las versiones más recientes Arturo estuvo acompañado de un mago llamado Merlin, además de haber toda una conspiración de Morgana, su hermana, y de Mordred, su hijo.
El Rey Arturo buscó encarnar a aquel héroe humano que fue capaz de luchar contra las hordas vikingas y defendió a su pueblo de la llegada de los romanos hasta su muerte, aunque con éxito repelió a los vikingos, pero los romanos le iban ganando terreno poco a poco.
Además, la leyenda cuenta que Arturo no estaba sólo, contaba con una orden de caballeros, que en total eran 12 y estaban al servicio del Rey Arturo, quien también era uno de los 12 caballeros de la mesa redonda y tenía una gran amista con Lancelot, otro caballero de al orden. Es por éste tipo de historias y de muchas más, que la ciencia ficción es un género literario maravilloso que nos lleva a otras épocas, mundo, galaxias, dimensiones y universos, todo en tiempos muy diferente, en realidades alternas.
La primera vez que el término de Ciencia Ficción fue usado, sucedió en el año 1926 por Hugo Gernsback, cuando lo usó en la portada de una de las revistas de narrativa más conocidas de los Estados Unidos., en los años 1920: Amazing Stories.
Sin embargo, no fue Hugo Gernsback el primero en usar el término, es decir, no es de su autoría, porque en el año 1851 William Wilson, lo usó por primera vez, pero se trata de un uso aislado y el término no se popularizó como lo es actualmente, hasta que Gernsback lo utilizó de forma consistente.
En aquella época y antes del uso de Ciencia Ficción, el término que Gernsback usó fue Cientificción, pero Gernsback se vio obligado a vender su primera publicación, que tenía ese nombre. De forma inocente, él había vendido los derechos sobre el término y cuando se dio cuenta no pudo hacer nada, por lo que se vio obligado a dejar de usarlo y utilizar en su lugar el término Ciencia Ficción.
Entonces, ese género literario no existía como tal hasta el año 1926. Hasta esa fecha las narraciones escritas, animadas o escenificadas, que hoy día no dudamos en calificar de ciencia ficción, recibían diversos nombres como: Viajes Fantásticos, Relatos de Mundos Perdidos, Utopías, o Novelas Científicas. El canadiense John Clute denomina a esta época anterior a la eclosión del género proto-ciencia ficción.
Más allá de la existencia de una proto-ciencia ficción (Ciencia Ficción Prehistórica) francesa que consta de Le voyageur philosophe dans un pays inconnu aux habitants de la Terre, de Daniel Jost de Villeneuve, del año 1761; y El año 2440, del prerromántico francés Louis-Sébastien Mercier, de año 1771; e incluso, el Viaje de un filósofo a Selenópolis, del año 1804, de Antonio Marqués y Espejo, para muchos, la primera obra de ciencia ficción con contenidos similares a los del género, tal y como hoy se entiende, se remonta a 1818.
En ese año se publica Frankenstein o El moderno Prometeo de Mary Shelley. Sin embargo, también muchos expertos cuentan como ciencia ficción, algunas leyendas y mitos muchos siglos antes, por ejemplo, en la mitología griega, se cuenta que Dédalo, el padre de Ícaro y constructor del Laberinto de Creta, construyó estatuas de madera que tenían la habilidad de moverse sí mismas, es decir, una referencia hacia los robots. Y en el folclore judío también está presente el mito del Golem.
Por otro lado, el mítico viaje a la luna fue objeto de iniciativas literarias antes del año 1818. Luciano de Samosata, en una novela corta, Historia Verdadera, relata un viaje a la Luna en un barco arrastrado por una providencial fuerza de agua. (ver también: Historia de Disney)
Por otro lado, las más conocidas y primeras historias de viajes a la Luna, son la de Cyrano de Bergerac, en el sigloXVII, y la del Barón de Münchhausen,siglo XVIII. Aunque, expertos como el gran Carl Sagan e Isaac Asimov coinciden en que Somnium, del año 1634, de Johannes Kepler es el primer relato de ciencia ficción de la historia. Somnium describe a un aventurero que viaja a la Luna y muestra su preocupación por el tema de cómo se verían los movimientos de la Tierra desde el satélite, la luna.
Hay algunos que discrepan sobre la idea de que Somnium es una obra de ciencia ficción, al igual que muchas otras del pasado (ni siquiera como proto ciencia ficción). El propio John Clute excluye la obra de Bergerac, a pesar de que otros que consideran que la obra «Otros Mundos» es auténtica ciencia ficción, a pesar de estar escrito en tono de comedia pero recurre a los términos científicos de la época.
Los escritores europeos no se iban a quedar atrás viendo el auge del nuevo género literario, por lo que la ciencia ficción comenzó en Europa, a finales del siglo XIX, con las novelas científicas de Julio Verne, cuyos historias se centraba más en invenciones e ingenios.
Al otro lado, nos topamos con las novelas de crítica social con orientación científica de Hugo Gernsback Wells. Éste último es reconocido como el gran iniciador del género, Roger Luckhurst, argumenta que sólo fue el más influyente de una corriente que comenzó unos años antes.
Durante los primeros años del género, tanto Wells como Verne rivalizaron en la primitiva ciencia ficción. Combinando relatos y novelas cortas con temas fantásticos y la ciencia que atrajo el interés del público. Las primeros obras aparecieron en las publicaciones periódicas en los últimos años del siglo XIX, y muchos de ellos emplearon ideas científicas como una excusa para lanzarse a la imaginación.
Charles Dickensse también se aventuró en el territorio de la especulación científica y los extraños misterios de la naturaleza, escribiendo un libro, la novela Bleak House, del año 1852, en la que uno de sus personajes muere por combustión humana espontánea, explicando el proceso. Dickens tuvo que investigar casos registrados de dicho efecto para poder comprender su mecanismo antes de escribir sobre el tema para ser capaz de contestar a los escépticos que se escandalizaran con su novela.
Otro de los británicos destacados de la ciencia ficción fue John Wyndham. John se refería a la ciencia ficción con el nombre de Fantasía Lógica. Antes de la Segunda Guerra Mundial, Wyndham escribió exclusivamente para las revistas Pulp, y con el tiempo y sus exitosos escritos, se hizo famoso entre los fanáticos del género. La fama le vino de la mano de sus novelas El día de los trífidos, del año 1951; El kraken acecha, del año 1953; Las crisálidas del año 1955 y Los cuclillos de Midwich, del año 1957.
Karel Čapek, fue otro gran y exitoso escritos de ciencia ficción, además de ser reconocido como el introductor del término robot en su obra teatral R.U.R. y creador del clásico de la ciencia ficción La guerra de las salamandras en 1937.
Los Estados Unidos de América, también querían explorar un poco el género, por lo que su entrada al mismo puede remontarse a Mark Twain y su novela «Un yanqui en la corte del rey Arturo», del año 1889, una novela que exploraba términos científicos aunque fueran enmarcados en una ficción caballeresca.
Haciendo uso del recurso de la «transmigración del alma» y la «transposición de épocas y cuerpos» el yankee de Twain es transportado hacia el pasado y arrastra consigo todo el conocimiento de la tecnología del siglo XIX, lo cual le asegura una aventura estrepitosa.
Los resultados son catastróficos, dado a que la caballeresca aristocracia del rey Arturo se ve abrumada por el poder de destrucción que ofrecen máquinas como las ametralladoras, los explosivos y el alambre de espino, lo cual hace que las armaduras y espadas parezcan de papel.
La novela fue escrita en el año 1889, en donde yankee parece predecir sucesos que tendrían lugar 25 años después en el año 1914, cuando las viejas ideas caballerescas europeas quedan obsoletas en cuanto a arte de la guerra se refiere, todo porque las armas y las tácticas de la Primera Guerra Mundial, se encargarían de ello. (ver también: Historia de Yasuo)
Entre los estadounidenses, otro escritor que destacó en ciencia ficción fue Jack London, quien fue el autor de las novelas de aventuras en el salvaje Yukon, Alaska, y el Klondike, también escribió historias sobre extraterrestres, como la de The Red One, sobre el futuro, El talón de hierro, o sobre los conflictos del futuro, como La invasión sin precedentes.
También fue el autor de una historia sobre la invisibilidad y otra sobre un arma de energía para la que no existía defensa alguna. Estas historias impactaron en el público estadounidense e hicieron de mayor reconocimiento al autor, además de comenzar a perfilar algunos de los temas clásicos de la ciencia ficción.
Estados Unidos., tuvo grandes escritores en el inicio de la Ciencia Ficción, pero el que mejor simboliza el nacimiento en Estados Unidos de la ciencia ficción como género de masas, es Edgar Rice Burroughs quien, poco antes de la Primera Guerra Mundial, publicó Bajo las lunas de Marte, en el año 1912, en varios números de una revista especializada en aventuras.
Burroughs siguió publicando en este medio durante el resto de su vida, escribía tanto fantasía científica como historias de otros géneros como el misterio, horror, fantasía y, cómo no, su personaje más conocido: Tarzán; pero, las historias de John Carter, en el Ciclo de Marte y Carson Napier, en el Ciclo de Venus, aparecidas en aquellas páginas, hoy día se consideran joyas de la ciencia ficción más temprana.
Historia de la novela de Ciencia Ficción
Cuando hablamos de Ciencia Ficción, nos referimos a un género narrativo que sitúa la acción que se lleva a cabo en sus relatos, en tiempos y espacios imaginarios y diferentes a las nuestras, ya sea en el futuro, presente o pasado; en nuestro mundo, en otros o otros universos o dimensiones; y que especula racionalmente sobre posibles avances científicos o sociales y su impacto en la sociedad en la que se lleve a cabo la historia.
Muchas veces la ciencia ficción a logrado adelantarse a nuestra realidad y predecir ciertos avances científicos, por lo en ocasiones se la ha llamado también «literatura de anticipación», debido a que algunos autores, como Julio Verne, han llegado a predecir el surgimiento de logros científicos y tecnológicos, como los cohetes espaciales y los submarinos.
Podemos decir que el término de Ciencia Ficción nació formalmente en el año 1926, cuando el escritor Hugo Gernsback, lo utilizó en la portada de una de las más famosas revistas del género en Estados Unidos.: Amazing Stories.
Sin embargo, como hemos mencionado anteriormente, no fue él el primero en usar el término, porque en el año 1851, William Wilson lo usó primero, pero hay que remontarse más atrás aún para encontrar los primeros relatos de este género.
Muchos expertos aseguran que aunque William Wilson haya usado el término en aquella época, no fueron suyos los primeros relatos del género, porque se han encontrado ejemplos mucho más antiguos, el que está considerado generalmente el primer relato de ciencia ficción es el Frankenstein, de Mary Shelley en el año 1818.
Posteriormente, en los años 30 del XIX, Edgar Allan Poe escribió relatos como La incomparable, Aventura de un tal Hans Pfaal o Revelación mesmérica, que, sin duda, deben englobarse dentro de la ciencia ficción que, poco a poco iba ganando más terreno dentro de la literatura.
Durante el siglo XIX aparecerían grandes escritores como lo fueron Julio Verne y Hugo Gernsback Wells, quienes son consideramos amos y señores del género. Julio Verne se centraba mayormente en el desarrollo de ingenios e inventos científicos, mientras que Hugo lo hacía en la crítica social, en especial al imperialismo británico en La guerra de los mundos, o a la lucha de clases en La máquina del tiempo.
Ellos fueron los primeros en profundizar en un género aun sin definirse como tal, por los que la primera mitad del siglo XX fue la Edad de Oro de la ciencia ficción, porque a éstos dos se les unió también grandes escritores como Isaac Asimov, Arthur C. Clarke, Aldous Huxley, George Orwell o Ray Bradbury.
Ya con el género bien definido, el auge del género Ciencia Ficción no paraba, entonces, entre los años 1960 y 1970 apareció lo que se conoce como “La nueva ola”, que tiene su origen en la revista británica New worlds, y que se caracterizó por una mayor experimentación narrativa, en donde se destacaron autores como J. G. Ballard o Brian W. Aldiss.
En los años 1980 y 1990 aparecieron géneros como el cyberpunk y el postcyberpunk, en donde aparece la informática y las computadoras como tal; y que dieron origen a toda una corriente estética donde las nuevas tecnologías convivían con los ambientes sórdidos de los bajos fondos urbanos.
Actualmente dentro del género Ciencia Ficción hay una variedad de subgéneros, y se centran en los impactos de la biotecnología o biopunk, o hacen una revisión irónica de las temáticas y la estética de la ciencia ficción los años pasados del género, y de la idea que se tenía del futuro en las novelas del siglo pasado.
En nuestros días se hace distinción entre ciencia ficción dura y blanda, tomando en cuenta que la primera es mucho más rigurosa y cuida mucho los detalles y argumentos tanto científicos como técnicos, mientras que la segunda se centra únicamente o sobre todo en el aspecto literario.
En cualquiera de los casos, a lo largo de la historia y de su evolución, la ciencia ficción ha mantenido siempre la característica principal que la hace tan interesante, la cual es la capacidad de crear escenarios que inspiren debates filosóficos, sociales o científicos sobre la naturaleza del hombre y de la sociedad, además de advertir sobre posibles peligros o buscar respuestas.
Aunque hay que dejar algo muy en claro, la ciencia ficción no es filosofía, pero sin duda es un pariente cercano de la misma, porque de alguna manera trata de dar respuesta a las incógnitas sociales, naturales o científicas, mediante el ejercicio de la ficción: qué futuro espera a la humanidad, qué nuevos avances científicos se producirán y qué consecuencias traerán para nuestra sociedad.
Historia de Ciencia Ficción de terror
El terror y la ciencia ficción son dos géneros que aun parezcan distintos, en realidad son muy unidos. Hoy día lo podemos ver en las películas de terror, cuyas historias nos llevan a visualizar eventos futuros, o nos trasladan a un plano diferente al que estamos para desarrollar una historia sangrienta y oscura.
Algunos coinciden que una de las historias de terror que mejor se combina con la ciencia ficción es la de Frankenstein o el Moderno Prometeo, considerados además como uno de los clásicos del terror. Sin embargo, es considerado como uno de los primeros libros de terror y ciencia ficción Porque Mary Shelley trabaja sobre la idea de que la ciencia es capaz de recuperar un ser humano de la muerte a través de una ciencia que en aquella época era experimental, el galvanismo. (ver también: Historia de Halloween)
Consideramos terror a toda obra que se basa en el miedo como elemento central de la historia, mientras que la ciencia ficción trata de especular sobre el futuro, el espacio y lo todo lo que contiene elementos extraños, realidades paralelas, futuros distópicos, entre otros.
En Frankenstein tenemos el primer ejemplo de la combinación de ambos. Porque aunque la novela no habla sobre el miedo que el monstruo provoca en los habitantes de Ginebra, tampoco sobre sus asesinatos, todo ello una consecuencia directa de los actos del doctor Frankenstein, además de que la población sí se sentía intimidada por aquel ser. La novela trata de las implicaciones morales y éticas de los experimentos del doctor Frankenstein.
Otro de los ejemplos clásicos de lo que es el miedo a algo combinado con la ciencia ficción y llevado al cine, Terminator. Una forma de vida creada por el hombre trata de destruirnos por considerarnos una raza primitiva, y nosotros desesperados, luchamos por sobreponernos y ganar la batalla o perder.
Aunque es poco probable que podamos traer de la muerte a un ser humano, realmente sí es posible que las Inteligencias Artificiales puedan desarrollar una conciencia propia y considerarnos una raza primitiva, por lo cual, busque exterminarnos, ese es un miedo latente aun en nuestros días que el cine supo desarrollar muy bien.
Por supuesto que la frontera entre el terror y la ciencia ficción en Terminator es bastante clara, es una película de ciencia ficción. Sin embargo, ¿no es terrorífico el futuro que se nos presenta, con las máquinas dominando el mundo y los humanos siendo exterminados por Skynet? Claro que lo es, pero, pese a ser meramente una película de ciencia ficción, se aprovecha de ese miedo real que tenemos sobre las inteligencias artificiales.
Otro de los tópicos de la combinación terror-ciencia ficción, es la obra de Hugo Gernsback Wells. Su obra La Guerra de los Mundos es otro ejemplo genial de lo que sucede cuando se unen terror y ciencia ficción. Aunque, al igual que en el ejemplo anterior, la frontera entre ambas está bastante claro, la obra es ciencia ficción, pero lo que aterroriza es la amenaza real de una invasión a gran escala por parte de una raza alienígena superior a la nuestra.
Otro miedo latente en nuestra sociedad, sobre todo entre los creyentes de alguna religión que hable sobre el fin del mundo, es ese mismo, el fin de los tiempos, ya sea de forma divina, natural o provocada. Richard Matheson supo retratar este miedo como nadie. En su novela Soy Leyenda, resucitaba el mito del vampiro. Aunque esta vez mostrando unos monstruos muy diferentes, vampiros modernos creados por la mano del hombre.
Por otro lado, tenemos a los clásicos del vampirismo, obras como las de Balde, son una gran ejemplo también de la fusión entre el terror y la ciencia ficción. Un hombre entrenado desde niño para combatir contra una horda de vampiros por todo el mundo.
Dichos vampiros están entre mezclados en nuestra sociedad, controlando los principales poderes públicos, la seguridad ciudadana, entre otros. Blade tiene la misión de ir peleando con cada uno de ellos e ir limpiando las ciudades de la presencia de éstas criaturas.
Hay otro miedo bastante común entre los seres humanos, no está tan latente como muchos otros miedos, como el miedo al futuro, a fantasmas del pasado, al presente mismo. Es el miedo a lo desconocido, a lo que hay más allá de nuestro cielo.
Hay una gran variedad de historias y películas que tratan de representar gráficamente éste miedo, hay muchas películas para ello, como por ejemplo Alien, Depredador, que son unos clásicos sobre éste tema. Encontrar criaturas en el espacio cuyas características son desconocidas puede ser una mala idea.
Hay una cantidad de historias en la que los tripulantes de una nave cualquiera se pierden en el espacio encontrando formas de vida biológicas que se alimentan del miedo, o del físico de una persona, y lo que parecía algo inofensivo termina convirtiéndose en un verdadero depredador.
Las películas de A Nightmare on Elm Street, son otro claro ejemplo de la combinación entre terror y ciencia ficción, aunque las películas más bien cruzan la frontera hacia el terror, por lo grotesco de la misma, sin embargo, Freddy en un sujeto que puede moverse entre los sueños de la gente y asesinarlos en ellos haciéndolos morir en vida igualmente.
Ese añadido y la diversidad de escenarios en el mundo de los sueños que Freddy puede adoptar para manejar a sus victimas le dan el añadido de ciencia ficción. La Cosa de Otro Mundo, es otra película que hace alusión a lo antes mencionado.
Una criatura del espacio descubierta en la tierra que da el vistazo al primer hallazgo alien de la historia humana, termina convirtiéndose en un verdadero calvario para quienes lo descubrieron, cuando la criatura en cuestión actúa ofensivamente asesinando a la mayoría de ellos. (ver también: Medusa)